Las marcas (pequeñas o grandes) tienen que competir a diario con su competencia tradicional, con nuevos hábitos de consumo, con nuevos productos o servicio que sustituyen a los tradicionales. Este entorno en permanente movimiento nos puede hacer perder de vista qué están demandando los consumidores de sus marcas.
La respuesta es sencilla: responsabilidad.
El 78% de los consumidores quieren que las marcan contribuyan de forma positiva en la sociedad, que no se dediquen -únicamente- a ganar dinero.
Actitudes y valores que los consumidores destacan:
La marca debe ser creíble y auténtica.
La marca debe ser coherente con sus afirmaciones (no puede decir una cosa y hacer otra)
La marca debe ser inspiradora. Su mensaje debe animar a clientes, proveedores y empleados a ser más responsables con causas sociales.
La marca ha de comunicarse con las personas y no solo con sus consumidores.
La reflexión que los clientes hacen, es una buena oportunidad para mejorar facetas de nuestra empresa y emprender políticas más responsables.