Cuántas veces nos lamentamos por lo aburrido, estresante o poco remunerado que es nuestro trabajo. En el fondo, sabemos que hemos nacido para algo más, que no queremos ni podemos pasar más años en esta situación... sin embargo, pocas personas dan el paso para cambiar sus vidas.
La situación más habitual es tener el deseo de cambio, sabiendo muy bien porqué pero sin saber hacia dónde.
¿Pero cómo podemos cambiar y conseguir realizarnos profesionalmente?
El primer paso es sentirse incómodo y cansado de la ocupación actual. Ese es el motor que nos tiene que empujar a buscar nuevas oportunidades.
A veces, se tiene clara la ocupación a la que dedicarse pero otras veces, no resulta tan sencillo ¿Qué hacer entonces? Lo mejor es siempre contactar con un profesional que nos ayude a ver cómo somos, qué sabemos hacer bien y que oportunidades pueden surgir basadas en el perfil personal y profesional.
Tan sencillo como comenzar a hacer un DAFO que además de recoger las impresiones personales, puede reflejar las opiniones de amigos, familia y compañeros de trabajo:
También resulta muy útil realizar test: uno de los mejores es el test PAPI (Inventario de Personalidad y Preferencias) aunque también resultan de utilidad muchas herramientas disponibles en las webs de universidades y otras instituciones educativas para descubrir qué es lo que más nos gusta o qué es lo que mejor sabemos hacer.
Cuando logremos tener dos o tres opciones, vale la pena detenerse a estudiar cada una de ellas y ver qué opciones son más ventajosas. Si por ejemplo, vemos que tenemos madera de asesor laboral podremos encaminar nuestros pasos tanto a buscar empleo en empresas o bien a emprender un proyecto por nuestra cuenta.
Lo más importante si queremos emprender un proyecto empresarial es la planificación y el estudio de la idea de negocio. En la Cámara de Comercio y muchos otros organismos públicos, nos pueden asesorar de forma gratuita acerca de las condiciones y costes que tienen comenzar una aventura empresarial.
Obviamente, dar un paso hacia el cambio ni es sencillo ni es divertido: siempre dejaremos algo en el camino pero siempre encontraremos algo nuevo.
El primer paso es sentirse incómodo y cansado de la ocupación actual. Ese es el motor que nos tiene que empujar a buscar nuevas oportunidades.
A veces, se tiene clara la ocupación a la que dedicarse pero otras veces, no resulta tan sencillo ¿Qué hacer entonces? Lo mejor es siempre contactar con un profesional que nos ayude a ver cómo somos, qué sabemos hacer bien y que oportunidades pueden surgir basadas en el perfil personal y profesional.
Tan sencillo como comenzar a hacer un DAFO que además de recoger las impresiones personales, puede reflejar las opiniones de amigos, familia y compañeros de trabajo:
- ¿Qué es lo que mejor sé hacer?
- ¿Cómo me calificarías?
- ¿Dime tres palabras que me definan?... son algunas de las preguntas cuyas respuestas nos pueden sorprender.
También resulta muy útil realizar test: uno de los mejores es el test PAPI (Inventario de Personalidad y Preferencias) aunque también resultan de utilidad muchas herramientas disponibles en las webs de universidades y otras instituciones educativas para descubrir qué es lo que más nos gusta o qué es lo que mejor sabemos hacer.

Lo más importante si queremos emprender un proyecto empresarial es la planificación y el estudio de la idea de negocio. En la Cámara de Comercio y muchos otros organismos públicos, nos pueden asesorar de forma gratuita acerca de las condiciones y costes que tienen comenzar una aventura empresarial.
Obviamente, dar un paso hacia el cambio ni es sencillo ni es divertido: siempre dejaremos algo en el camino pero siempre encontraremos algo nuevo.