En estos tiempos -les dije- en que la mitad de nosotros está asustado y la otra mitad deprimido, la única alternativa es plantarle cara a la situación y trabajar para cambiarla
Estas son algunas de las ideas en torno a las cuales reflexionamos:
Antes de comenzar, me gustaría daros algunos datos:
* Desde el inicio de la crisis 350.000 autónomos se han dado de baja
* En 2011, las ventas en el pequeño comercio minorista cayeron 7%
* El consumo de los hogares decrece provocado por el desempleo y la bajada de salarios y
* Las previsiones para el año 2012 no son positivas.
Teniendo esta información, podemos hacer dos cosas:
Lamentarnos y esperar que nuestra empresa no vaya a peor; lamentarnos y rezar para que las cosas mejoren; lamentarnos y esperar a que venga alguien y lo arregle…
* En 2011, las ventas en el pequeño comercio minorista cayeron 7%
* El consumo de los hogares decrece provocado por el desempleo y la bajada de salarios y
* Las previsiones para el año 2012 no son positivas.
Teniendo esta información, podemos hacer dos cosas:
Lamentarnos y esperar que nuestra empresa no vaya a peor; lamentarnos y rezar para que las cosas mejoren; lamentarnos y esperar a que venga alguien y lo arregle…
O bien, podemos dejar de preocuparnos por aquello que no podemos modificar y ocuparnos en trabajar en aquellas cosas que sí podemos cambiar.
Todos hemos escuchado la manida frase “Una crisis es siempre una oportunidad”, efectivamente, es una oportunidad para hacer las cosas de forma diferente, de pensar diferente, de inventar, imaginar, y crear cosas nuevas.
Pero antes de lanzarnos a cualquier nueva aventura, hemos de tomarnos nuestro tiempo para reflexionar.
Y este es un buen momento para haceros preguntas como:
¿Quiénes somos?, es decir: a qué nos dedicamos, para qué existimos… ?
¿En que nos queremos convertir? Debemos pensar cómo queremos ser dentro de unos años.
¿Por qué principios nos regimos? ¿qué es lo que nos vale y lo que no nos vale?
Si no sabemos quienes somos y hacia donde queremos ir, difícilmente podremos definir nuestros objetivos y tampoco podremos tomar decisiones acertadas.