
Externalizar los servicios administrativos de una empresa supone un coste menor que tener un empleado/a en plantilla. Además, contamos con la ventaja de la flexibilidad del servicio, la posibilidad de optimizar a un profesional que puede proporcionarnos soluciones multidisciplinares pudiendo ofrecer un servicio "a la carta", con conocimientos y aptitudes más actualizadas y en contacto con el cambiante mundo empresarial.